19 de abril de 2010 - , 0 comentarios

Honestidad y vivir sin miedo





Durante este fin de semana he terminado el tercer nivel de Canalización de Energía Universal. Esta técnica, consiste en lo que su propio nombre indica, a saber, la persona que lo realiza es un canal de transmisión entre la Energía del Universo y la persona que lo recibe.
De momento, me ofrezco a tod@s vosotr@s para hacer tratamientos : desde dejar de fumar a aliviar algún tipo de dolor ...

Quizás muchos sereis reacios ante la técnica, sobre todo por desconocimiento. Pues al hilo de esto va el título de esta entrada del blog. Del miedo que nos atenaza a veces, no dejándonos movernos con libertad, coartando el libre albedrío en el que vivimos.

Ángel, nuestro profesor, nos leyó un texto de una escritora llamada Bárbara Alpuente (en la revista yodona) que se titula honestidad. He encontrado en internet una referencia al texto en la página HONESTIDAD pero de todas maneras, aquí os lo escribo para que podáis disfrutar de la lectura ....

Amigas que se acuestan con desconocidos porque no quieren dormir solas. Amigos que mantienen relaciones muertas, aterrados ante la idea de quedarse solos. Amigos que alimentan supuestas amistades por miedo a pasar los días solos. Personas que llaman a otras simplemente porque se aburren. Personas usadas por otras personas incapaces de gestionar su soledad. La soledad más intensa es precisamente la que más se esconde, la soledad disfrazada de vida social, de relación sentimental, de cómplice que nunca llegará a ser amigo. En la intimidad de nuestro pensamiento más sincero, ¿Cuántas relaciones mantenemos por comodidad?.¿Cuántas por conveniencia? ¿Cuántas por miedo? ¿Cuántas de ellas por compasión? ¿A cuántas personas utilizamos y por cuántas de ellas somos igualmente utilizados?.

Usar a los demás como un medio para conseguir nuestros propios fines es una práctica tan cotidiana, que uno ya no se detiene a distinguir entre las verdades y las mentiras de su propia vida. Y si llegamos a la conclusión de que, efectivamente, ese al que llamamos amigo no lo es, pasamos a la fase de convencimiento y nos repetimos que lo hacemos por el bien del otro, el otro nos necesita, y le dejamos así, indefenso ante nuestra manipulación. Pobre otro, que no puede caminar si no es de nuestra mano. Pobre otro, que vive engañado por nuestro afecto aparente y caritativo. Hay relaciones de 10 años en la que habría bastado con cinco. Relaciones de seis años en las que habría bastado con dos, relaciones de una noche en la que habría bastado con una caña, e incluso relaciones en las que habría bastado con no relacionarse .


Creo que uno en el fondo sabe cuándo permanece en una historia por compasión o dependencia, y creo también que a todos nos da miedo estar solos, y acabar solos, y ante eso preferimos sumergirnos en un sucedáneo de vida y hacer como que todo va bien. Pero no somos tan imbéciles (bueno, hay quien sí. Yo, sin ir más lejos, a veces lo soy un poco…Y si voy más lejos, ya lo soy bastante). Sabemos lo que hacemos, y si decidimos indagar un poquito, sabemos los porqués. ¿Pero cuántas experiencias estamos ignorando? ¿Cuántas cosas podrían estar sucediendo si camináramos libres y sin escudos de protección? ¿Qué sería de nosotros ahora mismo si decidiéramos perder el miedo y enfrentarnos a lo que nos toca vivir? ¿Qué sería de nosotros si confiáramos un poquito más en lo que está por venir?

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