29 de abril de 2010 - , 0 comentarios

Encuentros



En la vida siempre encontramos gente que nos hace tener cierta sensación de haberlos conocido antes. Me imagino que a todos os habra pasado, ese "enamoramiento" como yo lo llamo.
Donde quiera que he ido, he encontrado gente con la que he conectado desde el primer momento, gente que tiene las mismas inquietudes que yo o con quien me siento como en familia.

Y también me he encontrado cosas en mi camino, que estaban alli, esperándome...
Como me he dado cuenta de que no os había contado con detalle la respuesta al mail de mi escritor, aquí os lo trascribo :




Estimada Mares:



Te confieso que nunca había recibido un correo tan sorpresivo, agradable y estimulante como el tuyo y aún menos, tan de mañana. Es increíble el efecto que puede causar en una persona el leer algo así, nada más ponerse en marcha. Me has alegrado la vida para una larga temporada y me has puesto una inyección de moral que llevaba tiempo necesitando. Te doy las gracias por ello.

No recuerdo quien es Ángeles Martín ni en que ocasión le dediqué mi novela, pero creo que ése en particular, estaba destinado a caer en tus manos. También supongo que Alcana Libros es una librería de segunda mano y por eso te vendieron un ejemplar ya dedicado.

Me encantaría poder conocerte y entregarte en persona uno dedicado a ti y a tu marido. Creo que alguien que se toma tantas y tantas molestias por conseguir un ejemplar de “Regreso a Catay” se merece al menos eso. Todavía tengo en mi poder algunas cajas de libros que quedaron sin vender y uno de ellos ya es vuestro, con todo mi agradecimiento por tu correo.

En cuanto a tu pregunta sobre si he continuado escribiendo, la respuesta es sí. De hecho, desde hace unos meses había entrado en conversaciones con otro editor para la publicación de una nueva novela. Pero tras un inicio lleno de promesas y buenas intenciones, el tema se había enfriado bastante. Tú me has dado el empujón que creo estaba necesitando y la próxima semana voy a llamarle por teléfono para retomar de nuevo el asunto. Gracias otra vez.


¿QUIÉN DIJO QUE NO EXISTÍA EL DESTINO?

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