13 de octubre de 2011 - , 0 comentarios

Viaje II

Y continuando con los restaurantes y el viaje ...
  • En Pontrieux hay un restaurante llamado "La Pontreu", enfrente de Correos que tiene varios menús del día. Hacen un pollo con verduras buenísimo, eso sí nos pusieron una cara extrañísima cuando pedimos el café con hielo.
  • Hay un lugar que nos recomendaron en Planguenoual llamado "Le Rosabelle" donde hacen Kik ar faz los terceros viernes de mes, esto es una especie de cocido más tìpico de Finisterre que de Côtes d'Armor.
RECOMENDACIONES CULTURALES 
Durante todo el verano hay gran variedad de actividades culturales en pueblos y ciudades de la Bretaña. Podéis conseguir información antes de ir en la página http://www.tourismebretagne.com/ y una vez allí en las oficinas de turismo locales. Es muy práctica la revista Le Cri de l'Ormeau , que tiene página web http://www.cridelormeau.com/ 


RECOMENDACIONES DE ALOJAMIENTO
En Burdeos, que fue nuestra parada a mitad de camino, nos alojamos en el hotel  Ibis Burdeos  cercano del centro a pie, con parking propio y un precio más o menos razonable para ser Francia.

A la vuelta, nos alojamos en un Premiére Classe, que es lo básico para pasar la noche en una habitación con baño propio (super mini), sobre todo si no encuentras alojamiento en ningún hotel de la zona y se llega la hora de dormir.

El alojamiento en Côtes d'Armor lo reservé antes del viaje y he de decir que fue todo un acierto. Es un bed and breakfast en un pueblo bien comunicado con la ciudad de Saint Brieuc, a una hora de todos los puntos importantes de la zona.


Les petits Gallais

Un ambiente familiar con Ian y Sophie, donde podrás practicar idiomas ( ella es francesa y él neozelandés, con una vecina profesora de español incluída), y disfrutar de un ambiente tranquilo, y cálido totalmente recomendable.

No nos pusieron ningún problema por adelantar la salida, y pagamos antes de salir vía Paypal.

La habitación maravillosa (la Nouvelle Zelande ) y una casa acogedora con una decoración muy cuidada, respetando su antiguo espíritu  y unos desayunos excelentes con bollería de la zona y productos naturales.

Ponen a disposición de los clientes la cocina de la casa por si quieres cenar o comer allí algún día y te pueden asesorar sobre rutas o zonas para visitar cercanas.

Si volvieramos a Bretaña, repetiríamos. Muy recomendable.

En cuanto pueda, sigo con mi crónica.
Sed felices !!!

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